martes, 2 de septiembre de 2025

TRES CONCEPTOS ERRÓNEOS SOBRE LAS MICOTOXINAS EN LOS RUMIANTES

TRES CONCEPTOS ERRÓNEOS SOBRE LAS MICOTOXINAS EN LOS RUMIANTES

 Aunque la presencia de micotoxinas es conocida por la industria, existen todavía muchos conceptos erróneos que llevan a conclusiones equivocadas. En este artículo nos centramos en tres conceptos erróneos relacionados con las micotoxinas en el ganado lechero. 

Concepto erróneo #1 «Un ensilado sin moho visible está libre de micotoxinas«

Los ganaderos suelen fijarse en el ensilado para evaluar si hay riesgo de micotoxinas.

Sin embargo, hay poca relación entre la presencia de moho y la existencia de micotoxinas en el ensilado. Los hongos que producen micotoxinas pueden clasificarse en dos categorías, h o n g o s d e c a m p o y h o n g o s d e almacenamiento (Tabla 1).


Los hongos de campo son mohos que infectan y crecen en los cultivos en el campo. Los hongos de esta categoría pertenecen principalmente a la clase de las especies Fusarium y p r o d u c e n z e a r a l e n o n a (ZEA), deoxinivalenol (DON), toxina T-2 (T2) y fumonisina (FUM).

Estas toxinas son estables, por lo que las concentraciones de toxinas de Fusarium presentes en el ensilado reflejan los niveles de contaminación en el momento de la recolección. Y esta es la principal clase de toxinas que se encuentran en el ensilado, por lo que, aunque no haya moho visible, el ensilado puede estar muy contaminado.


Tabla 1: Resumen de las principales micotoxinas y hongos presentes en la alimentación animal. El segundo grupo de hongos se denominan hongos de  almacenamiento que, como su nombre indica, crecen y producen micotoxinas d u r a n t e e l almacenamiento.

Pueden reconocerse como manchas de moho en el ensilado y aparecen de diferentes colores dependiendo de la especie fúngica. Un moho común en el ensilajes el  el Penicillium roqueforti (figura 1) porque tolera el ácido y puede crecer a baja concentración de oxígeno. Además del ácido micofenólico, este moho produce roquefortinas que pueden causar trastornos reproductivos, mastitis, falta de apetito y parálisis. En general, estos mohos deben evitarse ya que reducen la calidad nutricional del ensilado.


Concepto erróneo #2   «No existen o hay muy pocas micotoxinas en el ensilado o en el unifeed (TMR)» Una investigación reciente de la Universidad de Gante, en Bélgica, evaluó 257 muestras de maíz entero para ensilaje cosechado en Flandes a lo largo de 3 años.


Tratándose de un país con un clima moderado, podría pensarse que la contaminación por micotoxinas sería mínima. Sin embargo, después de analizar 22 micotoxinas, resultó que el 47% de las muestras contenían cinco o más micotoxinas; el 99,2% estaba contaminado por nivalenol (NIV), el 85,6% por DON y el 49,8% por ZEA (Tabla 1).


La contaminación superaba las directrices de la UE en un 2,8% y un 7,8% para el DON y la ZEA, respectivamente, El patrón de micotoxinas en el ensilado fue similar al observado en el maíz cosechado. Las micotoxinas típicas de almacenamiento, como la aflatoxina y la ocratoxina A, no se encontraron en los ensilados belgas, pero la roquefortina C, otra micotoxina de almacenamiento, estaba presente en el 6,8% de las muestras con una concentración media de 24,4 µg/kg MS y un nivel máximo de 1065 µg/kg MS.


Esta investigación indica claramente que, incluso en climas moderados, las micotoxinas están presentes a concentraciones preocupantes, lo que supone un reto para los ganaderos que confían en la calidad del forraje que cultivan ellos mismos.


Concepto erróneo #3   «Los rumiantes no son sensibles a las micotoxinas»

A menudo se afirma que los rumiantes no son sensibles a las micotoxinas, ya que la microbiota del rumen es capaz de neutralizar o desintoxicar las toxinas. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que el proceso natural de desintoxicación en el rumen no es suficiente en muchos casos para proteger a los rumiantes contra los efectos tóxicos de las micotoxinas.


Los efectos tóxicos de las micotoxinas en los rumiantes dependen de diferentes factores, como la tasa de desintoxicación natural, el pH del rumen, la actividad microbiana, el tipo de micotoxinas, la fase de lactancia, la tasa de absorción en el intestino y la toxicidad específica de la micotoxina.

La tabla 3 ofrece un resumen general del riesgo de DON y ZEA en vacas lactantes considerando que el alimento contiene una concentración sustancial de estas micotoxinas y que el tiempo de tránsito ruminal es de aproximadamente 10 horas.


Podemos concluir que las micotoxinas son omnipresentes. Tendencias como el cambio climático, el no laboreo y la reducción de fungicidas probablemente aumentarán la carga de micotoxinas. Las vacas lecheras no son capaces de desintoxicar completamente las micotoxinas. Además, los síntomas son difíciles de relacionar con las observaciones y los problemas cotidianos, que son inespecíficos.


ARTÍCULO COMPLETO… https://criadoresganadolechero.com/2025/08/29/29383/

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